Hace un calor terrible, será que así me parece porque no asimilo que en esta ciudad pasen de los 15 grados. No tengo nada apropiado para salir y por ahí anda la gente sin camiseta, en shorts y sandalias. Yo con un jean, tenis y una camisa ligera, la más ligera que he encontrado.
Pasé la estación de Waterloo caminando y de frente dos señoras han llamado mi atención. Ambas con unos vesidos muy coloridos, amarillo fuerte, naranja, rojo y negro, la otra azul y dorado, en su cabeza han amarrado un pedazo de tela del mismo color que sus vestidos, su tez es negra, pareja. Han de ser africanas y caminan baboleandose levemente, tranquilas hablan entre ellas. Pasan frente a mi y preguntan algo en un ingles que no comprendo, me disculpo de no saber lo que dicen y pido que repitan una vez más la pregunta, lo hacen y les doy indicaciones presisas.
Me han dado ganas de preguntarles muchas cosas pero no me atreví. Subieron al mismo bus que yo y siguen su camino.
Ahí adentro no se puede respirar más, así que bajé del bus y sigo camino a pie, se despiden de mí con una sonrisa a traves de la ventana.
Voy a casa de Pablo a tomarme unas cervezas y espero por la cena. ¿A donde iran ellas?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario