domingo, 23 de mayo de 2010

mujeres

Hace un calor terrible, será que así me parece porque no asimilo que en esta ciudad pasen de los 15 grados. No tengo nada apropiado para salir y por ahí anda la gente sin camiseta, en shorts y sandalias. Yo con un jean, tenis y una camisa ligera, la más ligera que he encontrado.

Pasé la estación de Waterloo caminando y de frente dos señoras han llamado mi atención. Ambas con unos vesidos muy coloridos, amarillo fuerte, naranja, rojo y negro, la otra azul y dorado, en su cabeza han amarrado un pedazo de tela del mismo color que sus vestidos, su tez es negra, pareja. Han de ser africanas y caminan baboleandose levemente, tranquilas hablan entre ellas. Pasan frente a mi y preguntan algo en un ingles que no comprendo, me disculpo de no saber lo que dicen y pido que repitan una vez más la pregunta, lo hacen y les doy indicaciones presisas.

Me han dado ganas de preguntarles muchas cosas pero no me atreví. Subieron al mismo bus que yo y siguen su camino.

Ahí adentro no se puede respirar más, así que bajé del bus y sigo camino a pie, se despiden de mí con una sonrisa a traves de la ventana.

Voy a casa de Pablo a tomarme unas cervezas y espero por la cena. ¿A donde iran ellas?

sábado, 22 de mayo de 2010

simplicidad

Al final de cuentas un orgasmo es el producto de poner toda la concentración en una situación especifica, es un hecho conciente, coherente y racional. Todo viene desde el cerebro.
Es lo mismo cuando uno pone su total concetración en otra cosa:
Me han dado las 10 de la noche volviendo a casa, he pasado el día entero en medio de la pastisura verde y los árboles frondosos de Regents park, muy bonito lugar para estar un sabado soleado y caliente de verano. De vuelta el sol aún estaba allí a las 9:30 pm, y a las 10 estaba dando sus ultimos languidos bostezos.
Compré unos ¨maltesers¨ en la tienda y comencé a caminar con el aire tibio aún soplando en mi cara, sin sweater y oyendo alguna cancioncilla feliz para el trayecto.
Cerré los ojos y senti sólo el chocolate, corriente pero con algo muy especial en él que me encanta, seguí caminando y cuando deje de preocuparme por chocar con algo al tener los ojos cerrados me di cuenta que estaba feliz.
Había olvidado toda la estupidez de la mañana y me sentía contenta de sólo caminar con mi bolsa de bolitas de chocolate en la mano y estar sin sweater.

Sentí unas ganas estupidas de escribir y aquí estoy. Moví la cabeza al compas de un tun turu ru, mientras nadie me veía, la calle se ha oscurecido y nadie pasa ya por ahí.

Me empalague de comerme los chocolates tan rapido y abrí la última cerveza que me quedaba de la jornada de la tarde, me la he bebido con calma y al final he descubierto que el empalagamiento es igual con todo, uno se empalaga del amor, de la depresión, de la soledad, de la compañía, del positivismo, del sufrimiento.

He de llegar a casa en dos minutos y aún me he sentido feliz, acabo las bolitas deprisa para entrar por la puerta darle un trago al agua de la botella que deje por la mañana abandonada en mi habitación y comenzar unas cuantas lineas.

jueves, 20 de mayo de 2010

la nada

Un hoyo se ha hecho, el pensamiento vuela sin rumbo y ahí la cosa se complica.
Para donde mira uno cuando todo es tan apabullante, el tiempo se come todo. No deja siquiera un silencio que aprovechar.

jueves, 13 de mayo de 2010

street art

A veces uno se hace la idea de como y que hay en un lugar que lo hace caracteristico. Sobre todo aquellos lugares que estan de moda o que todo el mundo sabe de ellos por cosmopolitas.

Nunca he estado en Nueva York, pero mi idea de cómo es ha sido visible en esta ciudad.

Hemos llegado a esta calle, Rivington street, convertida en una pequeña callecita al abandonar la enorme Old street. Y muchos bares, restaurantes y tiendas estan iluminadas por el sol de la media tarde. Y ahí al fondo se ve un puente, encima de él pasa el tren. Abajo todo es de ladrillo, en el muro que esta de frente al cruzar la calle hay un enorme graffiti en dos colores y ahí colgado en enorme cartel dice: thru cargo garden, The Black Rat Press.

Se entra directo por un bar al aire libre, muy grande, con graffitis en las paredes de ladrillo, plantas por todas partes y al final está la parte donde han de tirar los desechos del bar. Ahí enfrente una enorme puerta roja con un pequeño cartel.

Así que he creido que estuve en NY por un rato, bajo el puente mezclandome entre ese arte urbano que rompe con los esquemas del arte como tal... Un algo así como Andy Warhol, aunque este mismo me desagrade profundamente.

The Black Rat Press.

Esta pequeña gallería es como un tunel, ha tomado esa forma pues es parte del puente, arriba le pasa el tren y se oye el sonido de vez en vez. Tiene colecciones de algo llamado ¨street art¨ que no es propiamente graffiti, con el mismo estilo, pero en cuadros y stensiles. Ahí unos famosos cuadros que se ven en todas partes, camisetas, posters, etc. Banksy, Swoon, Damien Hirts entre otros.

Una vuelta, una sensación de haber entrado a otro mundo. Justo lo que ofrece esta urbe, una encantadora mezcla entre lo clásico donde podría uno hablar de principes, reyes y modales y donde la gente se ha vuelto moderna, más de lo que uno piensa en una fantastica expresión.

Que mejor que salir de ahí, como si se hubiera encontrado una pequeña joyita en medio de la inmensidad e ir por una cerveza a un agradable pub antes de que oscurezca.

http://www.blackratpress.co.uk/index.php

lunes, 10 de mayo de 2010

sopa turca

Ya van unos cuanto domingos que llamo y digo
- ¿Quieres ir a cenar?, ¿te veo en la tienda a las 10:30? -
Y contesta - si, aquí te veo¡¡-

Así que me pongo un abrigo, zapatos y camino un par de cuadras hasta la tienda de vinos de mi amigo Taylan. La primera vez me dijo después de una noche de pub con otros amigos: -¿quieres ir a cenar?, porque yo tengo hambre...-

Así que fuimos a esta zona, que ahora se ha vuelto un area recurrente, llena de restaurantes, baños y dulcerías turcas - y él pidió para ambos ¨Pasha¨.

Traducción: sopa con carne de chivo.

Y desde entonces me encanta; el mesero, el cual siempre habla en turco y no se dirige a mí... trae un platito con aceitunas, pepinillos, chiles y una fruta de allá, todo envinagrado. Combinación que queda perfectamente bien.

Al final de la grandiosa sopa a la cual hay que exprimirle una lima. El mismo joven blanco pero con rasgos particulares que lo denotan no ingles, trae un vasito de vidrio pequeño, con ciertos adornitos en la base en color dorado y nos sirve té. Con un terroncito de azúcar.

He vuelvo a casa contenta de haberme comida esa sopa otra vez.

viernes, 7 de mayo de 2010

intrusa

Está esta sensación aquí otra vez, me ha seguido desde lejos, se ha metido en la maleta y ni sabía que había venido, creo haberla encerrado con doble llave.
Esa nostalgia que pesa, no esa que hace sonreir y quedarse pasmado, es esa que duele a veces.

No es que uno amanece así, no. Me he sentado a ver fotos, de otros, mias, pasadas, muy pasadas; lo unico que he conseguido es que esa se despierte. No me puedo mirar al espejo ahora sin preguntarme ¿quien soy ahora?, ¿quién era?
¿Habré sido alguna vez objetiva conmigo misma? Acaso a uno le pueden importar tanto algunas cosas...

He de ponerla en algun cajón e ire de paseo por la calle sin pensar en que ella se ha encontrado conmigo.

No la quiero.

jueves, 6 de mayo de 2010

días de manzanilla

Y si nunca lo he dicho, el nombre de este rinconsucho es porque en aquellos días cuando quería salir corriendo.
Aquello que ya ni recuerdo. Me consolaba metida en la cama con el cobertor hasta la nariz, sacando solo los dedos, escribiendo hasta gastar las teclas de este aparatito que ha sido heredado por mi padre y que ahora no quiero abandonarlo sino hasta que no pueda dar más de si. Estirando la mano de rato en rato para tomarme ese té que mi amigo Pablo me había hecho explorar.

Un delicioso té de Camomile, honey & vanilla. Tiene un olorcito agradable, a casa, amigable.

Ahora he abierto la ventana de par en par y el sol puede entrar, no más tesito de manzanilla de día sólo previo a la cama.

De vuelta

A veces uno no se da cuenta de cuan importante es la tranquilidad hasta que la tiene. No sólo irse de vacaciones por ahí a un lugar medio perdido en donde sea, sino vivir en algún lugar por una temporada que haga que uno se de cuenta de ello.

Cuando se está tranquilo todo parece más amable. No es que esto sea mejor o peor, no es que la vida de primer mundo haga a unos inferiores o a otros superiores, pero creo que la evolución de estos está en haber entendido cuan valiosa es la cordialidad ambiental.

Los pajaros no se oyen estresados, el caminar es tranquilo y armónico, nadie mira a su alrededor, sin prisa. He vuelto a casa a las 4 de la mañana sin huir de nada, con el paso aprisa sólo por el frío que ha enrojecido mi nariz.
Camino por esas calles mirando cada detalle que me apetece, el aire huele a limpio, el calor no pesa.
He salido a la tienda en bicicleta y los autos han esperado pacientemente a que tome mi rumbo.

Me he sentido aburrida de estar en casa y a la menor provocación he salido a fumarme un cigarro, dar un par de vueltas la zona, me gusta particularmente. He quedado para tomar una cerveza en el bar de la esquina y el sol estaba aún alto. Pusieron las mesas afuera para aprovechar el poco calorcito y mientras una señora bebía su cerveza dos niños jugaban en la banqueta a su lado. se ha vuelto una fiesta ahí al lado, comienzan a congregarse pues algun partido está por empezar.

Estoy profundamente enamorada de mi tranquilidad, me resisto a pensar en lo que significa volver. Y si bien podría enumerar las maravillas de aquel, este me da ahora lo que más quería: un espacio armonico para encontrarme con mi soledad íntimamente, entenderla, quererla y sentirla mía, disfrutarla.

No quiero perderla en medio del barullo, del estres, de esa violencia intangible que apabulla, que hace de uno igual, no quiero ser una anonima para mi misma.

domingo, 2 de mayo de 2010

blues

Está este pequeño lugarcito en medio del centro. Hay que pasar un par de calles abarrotadas de vitrinas coloridas con maniquies. Luego dar vuelta la esquina y de una avenida llena de carros, gente y luces una pequeña callecita, estrecha con casa bajas y luces tenues se abre.
Un bar tras otro, de todo tipo. Y ahí en medio uno muy, pero muy pequeñito. Nos hemos trasladado en el tiempo y si fueran previos los sesentas ahí seguro podría estar Dean Moriarty o Jack Kerouac, claro si cambiaramos de país.
Un hombre fornido, de tez negra, muy bien ataviado en su traje te recibe siempre entre chistoretes, amabilidad y seriedad; ha venido desde Mozambique.

- ¿Qué hay esta noche?- le pregunto
y contesta con un tono burlón - Blues, este es el Blues Bar-
Río, como si me hubiese puesto en evidencia - a veces le dan al jazz- le digo; sólo rie.

Llegar antes de las 8:30 pm, luego hay que pagar.

Horas más tarde se sube la banda que llega siempre como a las 10 con todos sus instrumentos a instalarlos, ni importan pruebas ni nada, no lo necesitan, tocan blues y no hay cosas electronicas que conectar.
Comienzan las notas y la gente ya ha comenzado a aplaudir y a hacer sonidos de emocionados.

La noche pasa en medio de cervezas que van y vienen. Los músicos tocan con todas sus ganas y la gente se mueve y sonrie perpleja. El ritmo hace que uno se bambolee casi involuntariamente, sobrecoje un poco.

Se hace tarde, han tomado un descanso y nosotros partimos en medio de la lluvia que se ha desatado a raudales.

Liga: http://www.aintnothinbut.co.uk/