jueves, 30 de septiembre de 2010

Intensa

Se la pasa diciendo que soy una intensa.

Y admito que lo soy, la vida se vive con toda intensidad, sino para que se vive...

Aunque he de confesar que no haría nada mal, darle un descanso, criogénesis temporal.

A donde se fue

A 3 meses de haber vuelto del jardín secreto, he aprendido que es mejor quedarse en él.

Hoy por hoy todo sale mal, o esas etapas cambiantes y rotativas han decidido acabar conmigo. Se empeña el camino en perderse, mi cerebro a dejado de ser el mismo, creo que un una de esas me lo han cambiado por otro. No me habré dado cuenta, pero mis tripas me dicen que no soy yo.

Tengo los recuerdos y aveces destellos, pero definitivamente mi yo, no haría lo que hace este cuerpo endeble.

Mi yo se ha dado cuenta que nunca de los nuncas va a encajar en ninguna parte, no importa lo que haga, no importa cuanto se esfuerce por sentirse otra, pues siempre estará lejos de ser.

Mientras los niños normales jugaban muñecos y cosa así, mi yo estaba entrando a una caja de cartón a imaginar algo muy extravagante.
No hay queja ni reproche, amo a ese yo, pero se siente desorientado y en un sendero un tanto oscuro y sinuoso. Trata de recordarse a si mismo que no hubo tal trasplante de cerebro, sino que la oscuridad hizo que no pudiese mirarse con claridad.

Pero siempre había pensado que mi yo se amaba así, profundamente, a veces se enojaba consigo mismo, pero ahora simplemente no está. Ni amor, ni odio, ni nada. No entiende.

Cómo podré recuperar a mi yo, sin regresar, sin perder, volver a sentir tantas, pero tantas cosas que hacían a ese yo tan amado.