miércoles, 24 de marzo de 2010

Es así

El sentido de pertenencia por aquí es bien extraño, de pronto uno no se pertenece, ni a los demas, ni a un lugar, ni a una ciudad. Simplemente es una hojita al viento resolviendo su propia soledad en la incognita total.

Será más bien que uno aquí no es de ninguna parte, las nacionalidades, los olores, los sabores, las identidades e incluso el tiempo se juntan todos en uno sólo. Se adhiere a la piel la inconstancia, la duda, la ignorancia.

Esta ciudad no es de nadie, a nadie le pertenece, se ha vuelto impropia, tanto como la similitud de sus casas una tras otra.

Y al mismo tiempo ese encanto que ha hecho quedarse a los migrantes por largas temporadas, permea en el aire con fuerza.

2 comentarios:

argueta. dijo...

Me encanto 'de pronto uno no se pertenece, ni a los demas, ni a un lugar, ni a una ciudad.'

Black Bird dijo...

me gusta mucho este post. me pregunto si la metrópoli, ese monstruo que devora calles, edificios y personas, genera esta sensación de vacío interior; como si se perteneciera sólo a si misma y atrajera con gran fuerza al centro donde "se juntan todos en uno sólo" y no quedara nada más...